Analogía desordenada

Que la política manche los ideales mientras los votos limpian nuestra conciencia, que la idea de país cambie mientras nosotros nos centramos en aumentar la audiencia de programas basura, que España desaparezca mientras nuestra estupidez se vuelve tan grande y tan importante que hasta el Pequeño Nicolás quiere una foto con ella. España no es diferente, lo españoles somos indiferentes.

Vivimos en un país que da vergüenza, pocos estamos orgullosos ya del lugar del que formamos parte y al pequeño número de ciudadanos que se les hincha el pecho y la boca hablando de nuestro país, de nuestra gran nación, de la unidad de España, suenan y se ven tan irreales y anticuados que directamente no les tenemos en cuenta. Es como cuando limpiando tu casa te encuentras uno de tus primeros móviles, te hace gracia, pero poco más. Tras las últimas elecciones, una cosa está clara, estamos tan divididos que nos falta país para todos y nos sobran políticos. ¿En qué momento se nos fue de las manos? ¿En qué momento permitimos, sin hacer mucho para remediarlo, que el congreso de los diputados se convirtiese en el congreso de los imputados?

Tengo que admitir que esa visión del congreso me aterraba, me recordaba a Star Wars, cuando el senado estaba en manos de un Lord Sith y el lado oscuro reinaba a sus anchas. Pero siendo honesto, la visión actual no me parece mucho más esperanzadora.

¿Gente llegando en bicicleta? Como si de la casa de la pradera se tratara. ¿La otra con el bebé? Que no será por opciones para dejar al retoño, porque el propio congreso cuenta con guardería para este tipo de casos. Pero sí, un bebé en la foto sale monísimo, se ve que Errejón está ya muy crecidito y hacía falta un nuevo alevín.

Unos en traje y otros en chándal, unos abusando del exceso de colonia y otros de la escasez de agua, aparentemente hablando, esto no es una discoteca, la gente no puede ir y hacer lo que le salga de las urnas. Ya son representantes electos, ya reforzaron la democracia y su concepto más primario. Ya llegaron al mismo sitio el rico, el pobre, el que tiene estudios, el que no los tiene, hombre, mujeres, niños…

¿Qué es de lo que se trataba, no?

“Todo Español mayor de edad y en pleno uso de sus facultades puede optar a cualquier cargo político siempre que tenga el apoyo de los ciudadanos”. Pues listo, ésta parte ya la afrontamos con alegría. ¿Podemos ponernos ya a trabajar por y para el país? ¿Podemos tomárnoslo en serio de una puta vez? Lo que allí se decide repercute directamente sobre muchísimas familias, así que como poco en apariencia se merece un mínimo de seriedad.

No es mucho lo que podemos esperar de nuestro políticos, a la vista está tras el gran pacto, un gran pacto para salvar a España. ¿En serio? Me parece más un gran pacto para salvar sus intereses personales. Son tantos los desastres que he visto estas últimas semanas que hasta el café se me ha quedado frío narrando los acontecimientos.

Quería concluir el texto con alguna frase que resumiera perfectamente todo esto y por más que he pensado en ello ninguna es superior a la pronunciada por nuestro queridísimo y votadísimo Presidente del Gobierno: “España es una gran nación y los españoles muy españoles, y mucho españoles”.

Señoría, no tengo más preguntas.

En memoria de Alan Rickman, ojalá todo el mundo brillase con tu magia.

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