Entrevista a… Adrián González Fuentes
Adrián González Fuentes tiene una pasión llamada cine. Con su proyecto más ambicioso cociéndose bajo el título de Pétalos y otro a punto de ver la luz, Belleza de bar, Adrián nos deja ver con sus cortometrajes una parte de sí mismo a través de un canal que él respeta profundamente. Este raro espécimen que sigue acudiendo a los cines una vez a la semana tiene mucho que contar, tanto con sus trabajos como en esta entrevista:
-Si tuvieras que definir tu trabajo en una película/ dialogo o fragmento de cine.
-Me resulta complicado decir una porque tengo muchísimas influencias, tanto consciente como inconscientemente, pero sobre todo me resulta complicado porque no veo el cine como un trabajo. Por supuesto me gustaría poder vivir únicamente dedicándome al cine, pero no lo llamaría trabajo. No me gusta trabajar, pienso que es una palabra con una connotación negativa. El cine es mi manera de contar historias, es el lugar donde he decidido poner mi alma.
De todos modos si tengo que contestar diría que El Padrino. Me han comentado por ahí que es una película muy buena así que supongo que es una buena comparación.
-Tu mejor trabajo y tu mejor anécdota
-Mi mejor trabajo es el que estoy empezando ahora. Será un cortometraje de 30 minutos de duración titulado Pétalos que trata sobre el efecto de las drogas en la sociedad. No es una lección moral, simplemente me interesa mucho y quiero plasmar una historia acerca de ello desde mi perspectiva, pero sin dar mi opinión. Quiero abrirle una ventana al espectador para que vea a través de ella, no quiero cogerle la mano y decirle un rollo tipo: “no esnifes cocaína porque eso destruirá tu vida.” Eso son gilipolleces.
Es el único proyecto con el que estoy entusiasmado y no lo he rodado todavía. Las cosas que ya he contado al poco tiempo dejan de interesarme, espero que a la gente que las vea no le pase lo mismo.
Mis mejores anécdotas no se pueden contar, tampoco las peores. Voy a contar algo bonito, una vez durante un rodaje sentí una inmensa sensación de pertenencia. Era un equipo relativamente pequeño totalmente volcado en el proyecto y habíamos hecho piña, era un gustazo ir a rodar. Fue maravilloso compartir aquello, ver las ganas y las caras y las risas durante aquel rodaje. Nunca me ha vuelto a pasar.
-¿Cuáles son tus planes a corto plazo?
-Mis planes a corto plazo son seguir con la preproducción de Pétalos y rodarlo. Además de estrenar y comenzar a mover en festivales mi último cortometraje, Belleza de Bar. Está en las últimas fases de posproducción y estoy bastante contento con el resultado. Conseguí plasmar como nunca antes había hecho la idea que tenía en la cabeza. Estos días me han estado llegando pedacitos de la banda sonora y es cojonuda. La compone Diego Hernández, es un músico con algo muy especial, muy suyo y muy puro. A mí me encanta.
-Un referente para ti, alguien que te atraiga su cine pero lo estés descubriendo o tengas sentimientos encontrados y alguien que no comprendas.
-Mi máxima referencia son Los Hermanos Coen, creo que no hay nadie mejor. Estoy descubriendo muchas cosas, sobre todo cine asiático, he visto muy poco en comparación al que se hace en otras regiones del mundo y últimamente me estoy poniendo al día. Sentimientos encontrados por ejemplo los tengo con el cine de Iñárritu, me entretengo viendo sus películas, pero no las soporto. No comprendo a Gus Van Sant, veo sus películas y no encuentro nada en ningún lado, no me dicen nada y no me hacen sentir nada. Probablemente la culpa sea mía porque no se buscar bien, el caso es que me aburre mucho.
-Si tuvieras que definir en una frase cada una de tus obras…
-Que puedan encontrar en internet solo está La Espera, que es un cortometraje muy pequeñito que rodé y edité en una noche para un festival de cine exprés donde gané algún premio y también pueden encontrar RINFALL, que es una movida experimental y rara que necesité hacer hace tiempo.
El primero es la historia de un tipo cometiendo todo tipo de fechorías. Y no voy a contar más porque solo dura 3 minutos. El segundo es una historia de amor preciosa contada de una forma muy rara. Hay gente que me ha dicho que se han emocionado al ver éste último así que debe de estar bien. Quizás me mintieron así que mejor que lo vean y así me dicen.
-Belleza de bar es un proyecto…
-Belleza de Bar es un proyecto que en su día sentí que debía llevar a cabo. Es una historia que me obligó a sentarme y escribirla y decidir hacerla a pesar de que requería de bastante esfuerzo y yo soy bastante vago. Belleza de Bar trata sobre un escritor alcohólico y su relación con una chica con diversos problemas psicológicos. Fue rodado con una visión clara y con mucho cariño. Y los actores: Pancho Lorenzo, Yurena Perdomo y Carlos Pedrós, están geniales. Dentro de poco habrá fecha de estreno en Tenerife, lo publicaré en esa cosa infernal llamada Facebook.
-Una temática que te guste para tu cine y otra que te gustaría explorar próximamente:
-Me gusta el humor en mi cine, siempre está ahí quiera o no, de una forma u otra. Siempre es mejor cuando es orgánico. Cuando decido escribir humor escribo mierda. Así que últimamente escribo dramas con los que me descojono al leerlos. Creo que es mejor así. Si fuera capaz de escribir y rodar algo totalmente dramático me resultaría bastante difícil no ser dramático en mí día a día. También he tratado y me gusta tratar temas que no comprendo del todo, por eso escribo sobre amor, sobre sexo y sobre el comportamiento humano, entre otras cosas.
¿Temas que quiero tratar en el futuro? Pues se me ocurren varios, pero a saber si lo hago o no. Por ejemplo la nada, ese vacío que todos sentimos en algunos momentos, en los que no sentimos felicidad ni tristeza. Me intriga muchísimo. Hay una película muy buena sobre eso, se llama Trees Lounge. También me gustaría hablar sobre ancianos que se masturban mutuamente en los parques públicos o sobre por qué tan poca gente sabe el nombre de la parte de la pierna que está detrás de la rodilla. Hay muchas cosas que merecen la pena.