La voz del artista

Hacerle el amor a un Fanzine, o simplemente sexo

Por Ana Martín

El camino más corto

para el orgasmo fanzinero

se dibuja entre el pensamiento

y el papel.

No dista más que unas horas de edición.

Papeles

provocadores.

Poseen visiones parciales,

sesgadas e incómodas.

Encantadores o detestables,

reveladores o falaces

minuciosos o descuadernados,

con lomos estrechos,

sueltos o atados,

siempre listos para ser cabalgados.

Numerados

para saber cuántos eran,

numerados

para saber cuántos quedan

y quiénes son.

Los fanzines se abordan

protegiéndolos a ellos

y desprotegido uno mismo.

Se sacan de su envoltorio

con infinita curiosidad y delicadeza,

con dedos suaves

y la boca llena de asombro

para recorrerlos y engullirlos.

Quieren que reacciones,

que goces

que encuentres algo que pensar,

y también que los trates con cuidado.

No los confundas con el folleto del supermercado,

aunque puedan compartir papel

vienen de cabezas distantes.

Quieren que se lo hagas una y otra vez,

que no pares,

con otros,

con todos.

Una firma original

no les da más valor

pero sí más emoción:

alguien los tocó, los rubricó

y serás tú quien los lubrique.

No se trata de elevar un papel

a la categoría de joya

ni de querer darle más valor a una fotocopia

que a la cuidadosa edición

del más cuidadoso de los editores;

pero si hablamos de dinero y medios

para contar algo,

debería bastar con que esté escrito,

pues los orgasmos son iguales

para pobres y ricos.

Es sencillo hacerlo con cuidado

como a un amante

a quien la pasión no le cabe en la ropa

y se contiene.

Hacerles el amor,

conocerlos,

comérselos por partes,

a mordiscos o a besos.

Eligiendo.

Siempre.

En cambio hay benditas prisas en otros ejemplares,

nacen, se hacen y piensan

en una sola jornada,

son encuentros violentos

donde la idea se empotra en el papel.

Hay fanzines que dan ganas de hacerlo,

otros excitan tu mente

como los desconocidos.

A veces,

son los restos baratos de la fiesta.

A veces,

son la guinda del pastel.

Hay de todo, como en todos lados.

Depende de lo que pienses

o en quién.

En cualquier caso

huele, toca, piensa, chupa y respeta,

si no te gusta, no te metas.

Si te gusta,

bienvenido a

este mundo que llaman alternativo,

underground, prohibido.

Ahora está de moda.

Pero las modas son pasajeras,

Ve do vas, y como vieres así haz.

Los fanzines seguirán ahí.

¿Apostamos?

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