Atmósferas metafóricas: Los novio de Gael

Pau Sanz i Vila nos endulza con este relato ilustrado con imágenes pop pero de argumento  poco convencional. Esta mezcla no sólo nos engancha y enamora sino que habla sin tapujos desmontando prejuicios. Pero vayamos poco a poco.

Los novios de Gael

Portada del libro

Los novios de Gael nos narra la historia de una trieja. ¿Que qué es esto? Pues una relación no de una ni de dos, sino de tres personitas. En este caso, Gael, Julián y Alejandro llevan saliendo  un año. Los tres se conocieron una noche de fiesta y tras copas, bailes y confesiones acabaron en casa de Alejandro. Lo que no sabían es que la pasión lleva al amor, y que gran amor.

Así es como Pau nos deja ver como por una mirilla su particular relación. ¿Duermen los tres juntos? ¿Cómo se lo contarán a sus padres? ¿Qué pensarán sus amigos? ¿Aflorarán los celos?

Con lo que respecta al formato, es amor a primera vista. El libro está escrito con una letra que simula ser hecha a mano, lo cual no sólo agrada sino que te hace encariñarte profundamente con la historia. Es narrada bajo la voz de Gael en primera persona, siendo una recopilación de sus pensamientos durante la relación. El hecho de que sea una especie de diario nos ayuda a enamorarnos tanto de él como de sus novios, dándonos un pedacito de ellos en cada palabra. Una vez que abres la obra de Sanz i Vila no puedes parar de leerla hasta terminar. Esto sucede, simplemente porque es bonito, porque todo el que haya sabido qué es amar sabe reconocerlo. Es imposible decir con palabras que es el amor, pero dentro de la embriaguez hay millones de maneras encontrarlo. Pero no es una novela rosa, cursi y ñoña; en lo cotidiano recae su verdad. No le hacen falta adornos para transmitirnos el mensaje.

Respecto a la ilustración, curiosamente el artista utilizará prácticamente 3 colores: rosa, azul y amarillo. Quizás sea porque es su número de la suerte o porque, como con su forma de escribir, no hace falta más para trasmitir. Es así como observamos un estilo completamente personal, a pesar de sus influencias pop. Sus trazos son simples pero fuertes, dando una sensación de seguridad y cercanía.

Por lo pronto os puedo adelantar que no es una obra morbosa, ni de salsa rosa. No se trata de sexo ni de moda, esto es amor. El autor relata con dulzura la historia de estos tres mosqueteros, derrotando los prejuicios sociales que se nos han inculcado. De esta manera nos hace comprender que ninguna relación es igual y por ello no hay solo un tipo de amor. En pleno siglo XXI vivimos un auge de libertad sexual, a muchos no les sorprenderá prácticamente nada e incluso es el tema más hablando entre cervezas, pero en lo que al corazón se refiere… Ese gran desconocido, que no sabemos ni cuando empieza ni cuando acaba, hacia quien o quienes irá dirigido. Lo cierto es que el mundo físico es como coger tierra, pero el sentimental es más bien intentar saber hacia dónde irá el agua.

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