Tony Gragg

En el último número, antes de marcharnos de vacaciones y cruzar la inesperada puerta de la tercera temporada, nos quedamos en una ciudad estigmatizada por las revueltas, las protestas y un marcado sentimiento de negación ante la triste realidad.

Para los que no lo recordéis o simplemente no lo leísteis en su momento (aún estas a tiempo echándole un vistazo al número anterior) hablamos de Nueva York, ciudad ex-residencia del retrogrado y primitivo Trump. En ella, aun en los mandos de Obama, encontramos al pintor “gastronómico” Ivan Alifan y sus surrealistas piezas de gran formato.

Industrial Nature

Industrial nature – Tony Gragg

En esta ocasión mantendremos la lengua madre del anterior artista para coger un avión de 10 horas hacia las Islas Británicas, donde surgió uno de los escultores más fructíferos y reconocido de las últimas décadas. Este no es otro que el ganador de un Premio Turner, Tony Cragg. Artista surgido a finales de los años 70, revolucionó el panorama escultórico con una audaz estrategia que cuestionaba y ponía a prueba los límites de una inmensa variedad de materiales como el bronce, la madera, el vidrio, la piedra o el acero, entre otros tantos.

Points of view

Points of view – Tony Gragg

Nacido en Liverpool y educado en las artes en Inglaterra, ha pasado la mitad de su vida en Alemania, donde tiene su estudio y un puesto de profesor en la academia de arte de Düsseldorf.  Sus esculturas se distribuyen, en gran medida, en grupos según sus diferentes materiales, pues es esa sensibilidad a los diferentes elementos lo que genera el punto de partida de su trabajo. Finalmente es esta elección primigenia es lo que determina la forma que la escultura va a adquirir.

Para Cragg cada material genera diferentes experiencias emocionales, pues partiendo de su propia etimología, material proviene de la palabra latina mater (madre). Esta, como tal, da a luz al pensamiento, siendo las diferentes propiedades del material las que generan la idea, que produce a su vez la forma.

StrokeMust Be

                                                               Stroke y Must be de Tony Gragg

A pesar de la abstracción de sus formas, que pueden recordar a un cierto futurismo escultórico de principio del siglo XX o algo tan contemporáneo como un glitch, evocan sentimientos, ideas, fantasías e incluso alusiones a algo que creemos haber visto y experimentado con anterioridad. Según el propio Cragg sus creaciones son “ficticios donde las decisiones se toman enteramente sobre una base estética, y donde el material se encuentra en una nueva forma y el escultor con un nuevo contenido y un nuevo significado”.

Lost in Thought

Lost in thought – Tony Gragg

En sus últimos trabajos, generados entre el 2015 y el pasado 2016, encontramos una nueva transparencia marcada por la delicadeza y la sensibilidad visual, y donde comienza paulatinamente a surgir una suavización de las formas en contraposición con todo lo anterior.

 Un diálogo intimo a tres partes entre espectador, obra y artista donde las preguntas y respuestas responden al propio subjetivismo de quienes la generan.

“Soy un materialista absoluto, y para mí el material es emocionante y en última instancia sublime”.

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