El Viajero del Faro

-¿Cómo es el proceso creativo de El Viajero del Faro?

-Realmente hay mucho de intuición y de trabajo mental. Yo no me pongo a trabajar directamente con los materiales, voy recopilando materiales -una tabla o un metal por ejemplo-, e incluso amigos me ofrecen materiales porque saben en lo que ando. Después las voy dejando todas a la vista y las observo mientras reflexiono. Dentro de mi cabeza empieza a fraguarse una idea, una imagen, un color,  una sensación. Y de repente un día me siento y todo lo que se ha estado armando un mi cabeza, durante semanas incluso, y surge casi inmediatamente.

Inspiración

Inspiración

La obra en sí la hago rápidamente, pero después la tengo que dejar reposar semanas, meses incluso (como me pasaba con la fotografía). La voy viendo, voy pensado en ella, y puede que sufra modificaciones; pero llega un punto en el que digo: “Ya siento que está”. En ese momento me suele salir el título, si no me ha salido antes.

-¿Ese  proceso de “corrección” suele darse con frecuencia?

-No la suelo cambiar mucho. Cuando una obra sale desde el principio y no me surgen dudas es la final. Si la cambio mucho es que no me gusta, dejo de sentir por ella y seguramente acabe destruyéndola. Prefiero empezar otra desde el principio si no me convence, la veo como contaminada. Incluso la destruyo parcialmente porque lo que sobre de ella puede transformarse en una pieza nueva. Puede que me guste una parte, la rescato y ese es el germen para una pieza nueva.

-¿En qué estás trabajando exactamente ahora?

-Estoy haciendo un trabajo de reflexión sobre el proceso creativo de un artista. Yo mismo me cuestiono, como un psicoanálisis. De dónde surge la inspiración, de dónde surgen los impulsos creativos, qué mueve a un artista a crear, por qué tiene esa necesidad vital de crear; eso es sobre lo que estoy trabajando. Hablo de los miedos, de lo que motiva, de los conflictos. En definitiva es todo lo que se plantea un artista cuando está trabajando.

Con símbolos, sutilezas y pinceladas intento transmitir todos esos estados de ánimo, ese proceso que a veces es tortuoso pero muy gratificante, y sobre todo muy emocionante. Utilizo materiales de desecho porque pienso que uno de los grandes problemas de un artista es la falta de medios económicos. No tiene por qué haber límites a la hora de crear, no tienes por qué gastarte un dineral en lienzos y pinturas; con cosas que la gente ha tirado y considera que son inservibles, puedes darle una vuelta y ver el lado bonito de ese objeto dándole un significado. A partir de ahí, que no cuesta nada, puedes volver a crear una obra con la que te expresas y transmites emociones.

Impulso

Impulso

-¿El tema de la apertura de las salas a artistas no conocidos y/o nóveles cómo lo percibes?

-Yo nunca quiero pensar que algo es difícil, siempre he tenido claro que cuando se quiere algo de verdad y se trabaja siempre se te abrirá esa puerta. En mi época de actor, cuando empecé,  me imaginaba haciendo películas y con 20 años estaba en Cuba rodando una coproducción con grandes actores españoles y cubanos, y fue una oportunidad que se fue dando.

No me pongo a pensar a largo plazo en donde expondré, me pongo a trabajar diariamente. Sé  que cuando llegue el momento si se tiene que producir se va a producir ese encuentro. Lo que sí tengo claro es lo que quiero hacer, y es algo diario. Si no se piensa así al final caes en el miedo y en la apatía por tu trabajo.

-¿Una anécdota?

-Una señora durante la exposición “Con mucho arte” en la Sala Iriarte las pasadas navidades me llegó hondo. Yo exponía una serie fotográfica y también obra de mi nueva etapa, y se interesó por las primeras, en concreto por una foto. La mujer se enamoró de una de las fotografías queriéndosela llevar al instante. Me dijo que le recordaba a su infancia y a lo feliz que fue, y lo mejor de todo es que no solo me lo dijo con palabras, también me lo dijo con sus ojos. Eso es lo que busco yo, que mi trabajo llegue a las personas y que sientan emociones y sentimientos positivos. Eso es lo más gratificante para mí.

El viajero del Faro

El viajero del Faro junto a su obra en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.

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