Edward Kwong: Art Deco, futurismo y expresionismo alemán
Nunca hemos estado en Montreal y, aunque no es precisamente la mejor época del año para visitar esta ciudad (con una media de -5°C de temperatura y de mínimas registradas que pueden llegar a los -11°C), decidimos que este sea el primer viaje cultural de este año. Queremos conocer más a fondo a un ilustrador canadiense que fusiona el Art Deco, el futurismo y el expresionismo alemán. Su nombre: Edward Kwong.
Inspirado en los carteles publicitarios y cómics de los años 50, Edward trabaja durante el día en una importante firma de ropa como diseñador gráfico y por la noche en sus propios proyectos. Apoyado desde siempre por su familia, Edward comenzó a pintar a la edad de 3 años y no ha parado de hacerlo desde entonces, influenciado en gran medida por la televisión y los dibujos animados de aquella época, según declara para la revista AnormalMag.
Su primer contacto con la ilustración fue en la universidad, que le acercó por primera vez al contexto histórico del diseño y a movimientos que no hubiera podido conocer por su propia cuenta. Su paso por el Alberta College of Art & Design supuso para él el punto de inflexión necesario para comenzar una carrera muy prometedora.
Amante de la animación japonesa, la música, el diseño gráfico y los cómics, Edward ha sabido innovar, con sus elegantes y cuidados trazos, la ilustración tradicional.
Sobre su proceso creativo, Edward comenta que depende en gran medida del proyecto, y de si es un encargo o un trabajo personal. Explica en Alaisk Murasaki que cuando trabaja para él mismo deja que las ideas vayan fluyendo sin cortarles el paso, mientras que si trabaja para otros, su proceso se vuelve más metódico y ordenado, guardando siempre un equilibrio entre las técnicas tradicionales y digitales, e incluyendo siempre variaciones de una idea inicial.
Su proyecto “Mythos”, uno de los más importantes que ha realizado hasta la fecha, es una interpretación personal de las tradiciones griegas y romanas, acercando los personajes mitológicos a la actualidad a través de su personal toque Vintage.
Admirador acérrimo del escritor japonés Haruki Murakami desde que un amigo le recomendara Kafka en la orilla, también colaboró con el novelista en su libro Después del terremoto, cumpliendo así uno de sus mayores deseos.
Kwong, por lo que hemos conseguido averiguar mientras paseamos por la efervescente capital cultural de Canadá, espera poder dedicarse al arte durante mucho tiempo, viajando por todo el mundo con sus ilustraciones, e intentando transmitir en su obra el entusiasmo y la alegría con la que se enfrenta a cada nuevo proyecto en el que se sumerge.