Colorista, descarada y postmoderna, así es la obra de Casilda

Retrato de Casilda (@ccccasilda), por Juan Achiaga.

Casilda Pérez del Molino (@ccccasilda) ha sido una de las protagonistas de la escena artística de Madrid en estos últimos meses. Hemos tenido el placer de asistir a varios eventos donde sus inconfundibles obras han cobrado vida, transportándonos a un mundo donde la “famosa” y verdadera LIBERTAD sí que es posible.

Obra de Casilda @ccccasilda .

Hablando con ella hemos descubierto el origen de ese universo fantástico pero a la vez decadente y trash. Recién graduada en Diseño Gráfico esta santanderina asentada en Madrid ha renacido en este último año, gracias en gran parte, al confinamiento (COVID-19), permitiéndole volver a sus orígenes, a su infancia, a la pintura. Alejándose (solo un poco) de las herramientas de recorte y duplicado, ha vuelto a mancharse las manos de colores vibrantes y saturados, creando una paleta que irradia frescura. Su estilo se mueve por el surrealismo (lowbrow) y por la psicoledia, intentando resaltar la realidad, el día a día de una manera irónica, e incluso, “obscena” y triste.

El proceso creativo de Pérez del Molino empieza con una idea inicial, esbozando los personajes principales; posteriormente entra en trance y la improvisación la invade. Al igual que muchos artistas del barroco, Casilda “teme” el espacio libre, ¡su obra es puro horror vacui postmoderno! Composiciones llenas de todo tipo de elementos: personajes con ojos hipnóticos, animales, paisajes, objetos, productos de nuestra sociedad de consumo…Un revoltillo de componentes que se entrelazan entre sí, desarrollando relaciones e historias. Todo siempre bajo una perspectiva actual.

Obra de Casilda @ccccasilda .

Preocupada por los problemas climáticos y sociales que nos invaden, intenta poner su granito de arena. Uno de sus intereses es la exploración de los diferentes materiales y formatos, por eso, no es raro que dentro de su producción veamos intervenciones en skateboards, o incluso, tablas que una vez formaron parte de las basuras madrileñas. De esta forma, no sólo recicla sino que ofrece una segunda vida y utilidad. Por otro lado, nos muestra un universo de posibilidades y muy diverso, donde las  personas que las protagonizan son las representadas pero a la misma vez, las creadoras de ellas mismas. Su obra son ventanas a esos mundos, donde los personajes pueden ser lo que quieran, no existen cadenas, ni fronteras, ni escondites, se muestran tal y como son, no existiendo nadie quién pueda juzgar. Coexisten entre sí, mostrándonos con fuerza la lucha de nuestro momento.

Ahondando más en la temática de su obra, encontramos matices agridulces que debemos de señalar para entenderla. Casilda, producto de la generación millenial, recoge todo lo que ve, las realidades coexistentes en nuestro momento. Por esa razón, lo divertido y lo lúdico esconde sombras de realidad: abusos, drogas, armas… Por ejemplo, en la obra que vemos a continuación la ingenua Alicia se queda ojiplática cuando comprende que el conejo se encuentra en un burdel. La lectura del cuento ha cambiado, ese animal ha dejado de ser el fiel guía de su camino, se ha convertido en un ser ojeroso y baboso, un producto de la violencia machista actual. Casilda intenta liberar, a través de su pintura, las malas costumbres del capitalismo tardío. De manera irónica sus representaciones son una crítica social, escondida bajo los elementos de la cultura pop donde ha crecido.

Obra de Casilda @ccccasilda .

Uno de sus últimos proyectos ha sido un fotolibro llamado Spicy Banana Sauce, donde sus vibrantes ilustraciones acompañan a las fotografías de Alberto Pérez Urraca. Esta prolífica artista, como vemos, sigue formándose e investigando las diferentes formas que el arte puede ofrecer. Por eso, no se preocupen, qué si esta joven artista les sorprende a día de hoy, no dejará de hacerlo en este año que viene: nuevos proyectos, nuevas colaboraciones… ¡nos dejarán ojipláticos como a su propia Alicia!