La voz del artísta: Justificación descriptiva
Por Societé Anomique
El cuero, el maquillaje, las mechas, la lencería ajustada y las poses sensuales. Todos estos denominadores comunes definen hoy en día las tendencias más punteras del mundo de la moda en multitudinarios desfiles cuidados al detalle. Modelos andróginos como Andrej Pejic o Bimba Bosé son respetados y respaldados por el grueso de la sociedad, sirviendo como ejemplos de sofisticación y elegancia. Marcas como Chanel, Balenciaga o Versace han utilizado a modelos con esta estética para promocionar sus prendas y ganar repercusión en los medios generando un debate social acerca de la identidad de género. Sin embargo, existe un grupo completamente marginalizado y abandonado por la sociedad que comparte cada una de estas directrices, el movimiento crossdresser: hombres a los que les gusta vestirse de mujer. Basta con hacer una investigación en Facebook para darse cuenta de la magnitud de este movimiento que emana de los grupos más extremos de la red social, lidiando a veces con el salvaje mundo del sado-masoquismo, el bondage y la oferta de esclavos sexuales voluntarios.
El artista realizó una exhaustiva investigación en estos grupos (muchas veces privados, ocultos y de difícil acceso) para buscar modelos que encajasen con anuncios de importantes marcas de la alta costura y animar así al espectador a cuestionar los prejuicios impuestos por una cultura ciertamente intolerante. El resultado es una serie de 10 collage digitales que fueron compartidos en Facebook dentro del proyecto de performance digital llamado John wilmot II que se encuentra actualmente en fase de producción editorial y verá la luz este año.
Con vosotros compartimos 5 piezas de esta serie llamada INSIDE THE DARK ROOM, cada una acompañada del anuncio original, en la que se aprecian de forma rápida evidentes similitudes.