Entrevista a… Javier Trelis
-Para empezar queremos darte las gracias por abrirnos la puerta a tu mundo y así poder profundizar en ti y tus obras. Quizás el arte no tiene fin, pero si un comienzo. ¿Cuál es el tuyo? ¿Autodidacta o de escuela?
-Soy pintor esencialmente autodidacta. Desde pequeño lo mamé en mi casa, mis padres grandes amantes del arte y en particular de la pintura. Me enseñaron a observar, saber mirar y sacar mis propias conclusiones.
Desde pequeño empezaba a pintar cualquier objeto que tenía delante, al natural, en plena naturaleza. Lo llevo dentro.
Red Sadhu
-Respecto a las influencias artísticas, ¿cuáles son tus referentes?
-El afán de conocimiento multidisciplinar, a la manera de los humanistas del Renacimiento Italiano, es la espoleta que se dispara cuando me pongo ante una superficie fabricada con tablas de chopo para pintar mis sanguinas y pasteles, combinadas con técnicas mixtas, con óleos, acuarelas…
Soy un amante del gran Leonardo da Vinci, de los impresionistas; sobre todo los españoles, Joaquín Mir, Sorolla, y un sinfín de grandes maestros.
-¿Qué preferencias tienes cuando juegas con luces, colores y distintas técnicas?
-La luz natural es la que orienta mi mirada interior, y es también en la que me siento más a gusto, tanto en el estudio como en plena naturaleza o camuflado en el paisaje. La naturaleza es la mejor maestra del arte.
La textura de la madera, con sus nudos, es la idónea para que mis pinturas, de temática étnica, anatómica, y de naturaleza; adquieran vida propia. Son como una ventana al mundo exterior por la que se observa un detalle, un momento único e inimitable. Bueno, es lo que pretendo, no sé si siempre lo consigo, pero al menos esa es mi intención.
Sea Nude. 70×50 cm
-Tras conocer la parte más superficial de tus obras, querríamos profundizar en la personal. En tu trabajo destaca el retrato a distintas etnias, a la vez que el trato a la naturaleza. ¿Por qué estos intereses?
-Me gusta retratar un momento que pasa por tú mente, una imagen, algo que queda grabada en tú interior y luego intentas plasmar en un cuadro. La cabeza empieza a funcionar. En mis viajes siempre intento ver lo que hay detrás de cada esquina, observar a la gente, verlos actuar, empatizar y conocerlos.
-Uno de los campos que más llama la atención de tu trabajo es tener generalmente a hombres como musas. ¿Predilección o coincidencia?
-Las dos cosas, pero principalmente predilección. El cuerpo humano es una obra maestra y el del hombre, particularmente. A veces, dada su dificultad, es con el que más disfruto, sus formas, rasgos.
-En tu obra se recoge un exotismo mágico que nos transporta a lugares recónditos. ¿Hay un porqué este tipo de imaginario?
-Es mi gran imaginación, muchas veces voy al campo, a la playa y siempre estoy recogiendo trozos de metal oxidado, latas, trozos de ramas, cristales, trozos de trapos… (mis amigos me miran , se ríen y me comentan: “ya está funcionando la cabeza del artista”). Y mientras los voy recogiendo, estoy imaginando mi siguiente cuadro. Combinación de cosas que vamos desechando y, por efecto de la naturaleza, se va transformando, luego pongo algo de mi arte, y ahí está el resultado.
Lotos
-¿Qué te llevó a elegir la pintura para expresarte? ¿Tienes un especial cariño a alguna de tus obras? ¿Guardas algún trabajo con recelo?
-Siempre que pinto algún cuadro, trato de transmitir algo de mi personalidad, y cuando “vuelan”, se va algo de ti. Todos los hago con mucho cariño, algunos salen mejor, otros no tanto, pero cariño no les falta. Tengo algún cuadro muy especial para mí, y esos trato de no venderlos, porque se pintaron en un momento especial en mi vida, y no son ni mejores ni perores, simplemente están ahí, observándome y haciéndome recordar esos momentos inolvidables.
-¿Tienes algún ritual a la hora de ponerte a trabajar?
-Ningún ritual especial, bueno, siempre pinto con luz natural, en un pequeño estudio que tengo en mi casa. Me pongo música, normalmente clásica, óperas o escucho alguna emisora de radio, depende del estado de ánimo. Trato de combinar éste “trabajo/afición”, con mi “otro” trabajo, que realmente no tiene nada que ver, soy auditor. Pero por desgracia no podemos dedicarnos sólo a la pintura, aunque realmente es mi verdadera pasión.
-En tres palabras, ¿cómo definirías tu obra?
-La verdad es no lo sé, prefiero que otros me juzguen. Aunque creo que son originales y que transmiten algún sentimiento… Ahí lo dejo.
-Finalmente, querríamos saber qué proyectos tienes en mente.
-No me planteo la pintura como algo de futuro, voy pintando, día a día, me van llamando de algunos lugares a nivel nacional e internacional, para participar en exposiciones, pero el problema es el coste tan elevado que conlleva hacer una exposición, no me permite muchas veces el poder realizarlas y creo que, como a todo pintor, nos gustaría darnos más a conocer y que la gente observe tú obra y saque sus conclusiones.
Las redes sociales creo que son un gran elemento para poder publicitarte. Lo que trato es de pasármelo bien, disfrutar pintando, imaginar y sobre todo de vivir.
