Los Misterios de Archie
Todo el mundo tiene sus series favoritas de la infancia, aquellas que cada tarde nos sentábamos a ver durante horas, hasta que nuestros padres nos obligaban a quitarla para ir a dormir. En mi caso una de ellas fue Archie y sus misterios. En esta serie de dibujos animados, los personajes se dedicaban a resolver misterios en el pequeño pueblo de Riverdale. Archie, quien daba título a la serie, era el protagonista junto a sus amigos Jughead, Veronica y Betty. Cada episodio mezclaba algún evento paranormal con las relaciones y conflictos entre sus personajes. Algunos incluso tenían cierta moraleja, como aquel en el que Archie era esclavizado por su coche nuevo para servirle y se obsesionaba con limpiarlo, cuidarlo y pasear con él, hasta que el vehículo terminaba volviéndose un monstruo que intentaba acabar con sus amigos. Lo curioso es que, para ser una serie infantil de la década de los noventa, tenia escenas muy psicodélicas y diálogos muy excéntricos entre los personajes que, visto de nuevo con los ojos de un adulto, se aprecian mejor. No me extrañaría que los guionistas escucharan rock psicodélico y tomasen alguna sustancia mientras pensaban qué ponerles a los niños en el próximo capítulo.
Para mi sorpresa, esta serie con la que tantos niños disfrutaban, era una adaptación de un cómic llamado Archie creado en1939 por John L. Goldwater. Además, de este comic no solo salió la adaptación que mencioné antes, también se emitió anteriormente otra serie de dibujos en 1968. De esta serie surgió la canción Sugar, Sugar, que llegaría al número uno de Billboard y sigue siendo un clásico en nuestros días. Otra adaptación se realizó en los setenta con actores reales para un capítulo del especial de ABC Saturday Comedy Special, e incluso llego a tener aquella secuela que es mejor olvidar Regreso a Riverdale. En ella un Archie adulto vive un matrimonio infeliz con Verónica y vuelve a reunirse con sus amigos en Riverdale después de 15 años. Entonces se da cuenta de que su auténtico amor es Betty.
En fin, nada que ver con el espíritu original de Archie. A nosotros nos queda más cerca la última adaptación de la serie: Riverdale. Esta nueva versión es un giro de 360° ya que, aunque conserve los personajes y el pueblo original, se trata de una serie de adolescentes en el instituto que, desafortunadamente, coincidió justo con otra serie de temática similar Por trece razones (13 Reasons Why).
Riverdale es una serie que ofrece lo que se espera de ella: entretenimiento ambientado en un pueblo Norteamericano y con una estética retro. Aunque también saben compaginar los hormonados conflictos entre adolescentes con el misterio de un asesinato que ha conmocionado al pueblo.
Otra de las aportaciones del comic fueron los spin-off que derivaron de él. La más popular fue Sabrina, la bruja adolescente, adaptada en varias ocasiones a modo de serie de animación y finalmente a la versión con actores que todos conocemos, llegando a ser más popular que el cómic del que provenía. Otros de los personajes que buscaron su fortuna fueron Josie y las Pussycats, que tuvieron su propia película aunque cosecharon escaso éxito.
Finalmente, cabe destacar el mérito que tuvo el cómic original en crear personajes diversos en cuanto a lo afectivo y sexual. Jughead se declara asexual en uno de sus números, el mejor amigo de Betty, Kevin, fue uno de los primeros personajes abiertamente gay de los cómics. También es curiosa la relación entre Betty y Verónica. Ambas compiten por el amor de Archie en varias ocasiones, pero este triángulo amoroso tendrá momentos con tintes lésbicos entre las dos, con escenas donde se besan o aparecen muy cercanas y disfrutando del contacto físico. Estos eléctricos momentos en la relación parecen haber sido rescatados en Riverdale, donde Betty y Verónica se besan mientras entrenan como animadoras. Esta última adaptación también conserva a Kevin como gay, pero cambia la asexualidad de Jughead.