Franquicia Suicida
En los últimos años los titanes del entretenimiento mediático han utilizado diferentes estrategias y diferentes IP´s para desangrar al cebado mercado del PG 13 y a las taquillas de temporada.
Como la espada y el escudo de estos “macro estudios” se presentan los universos ficticios de las renacidas compañías Marvel y DC, y creo que todos podemos estar de acuerdo en que, en los últimos enfrentamientos, la victoria contundente ha sido de Marvel.
El round más reciente en la batalla de DC fue el desastre de producción de Suicide Squad, intentona de los vengadores nacida de la urgencia de muchos DC fan boys. Personalmente, creo que esta película ha sido criticada con razones de sobra, pero al mismo tiempo creo que la mayoría de las críticas provienen de individuos que poco les interesa el material. Incluso de personas que, por dejarse llevar por las modas foro/meme, critican el trabajo de profesionales sin tomar en cuenta los aspectos positivos de la peli, siendo al mismo tiempo incapaces de reconocer los fallos en otros “peliculones” del mismo género.
Sí, la trama de Suicide Squad es un desastre. Se nota a leguas que el guion sufrió de más crisis de identidad que el Cerdito Valiente, que una bruja omnipotente pertenecía a una trama más de Constantine que de Batman, y que tanto “método” sin buena dirección empujó a Jared Leto al rincón de Nicolas Cage en El beso del Vampiro, pero también pienso que la gente olvida de donde vienen estas ideas.
El Joker empieza su existencia en la pantalla grande con nada más y nada menos que Jack Nicholson, ambientado por el mismísimo Tim Burton y acompañado por el Batman más estoico del cine: Michael Keaton. Pero también tenemos que recordar que el joker empezó siendo un mafioso deformado que encontraba placer en tortura y venganza, sin más motivo que el de enriquecerse y obtener poder, además poseyendo un pasado de ratero de poca monta en el cual asesina a la mayoría de la familia Wayne.
Antes del agente del caos que tanto disfrutamos gracias a Nolan, el joker era un Mafioso loco, no tan alejado de la estética que se nos presenta en Suicide Squad, incluyendo pandilleros disfrazados. Pero claro, todos le perdonamos a Nolan el Bruce Wayne con poderes de teletransportación y el Bane menos imponente de todos (interpretado por otro actor de método) gracias a Heath Ledger y su estremecedora interpretación de la locura por la locura.
¿Cuándo nos volvimos tan cobardes para desaprovechar la historia de obsesión más intensa de DC con el Joker y Harley Quinn, reduciéndola en pos de lo políticamente correcto a un romance de Hot Topic apto para todo público? ¿En qué momento se les habrá ocurrido en Warner, que el “carisma de película por la tarde” de un rapero que tiene miedo a las groserías, podría siquiera rivalizar con la picardía de Tony Stark interpretado por Robert Downey Jr.?
Constantemente pienso en todas las oportunidades desaprovechadas en la película, pero si algo debo añadir ante las críticas, es que las piezas para la narrativa adecuada estaban puestas en su sitio y listas para usarse. La estética de la película está hecha magistralmente, el personaje de Amanda Waller es interpretado perfectamente por Viola Davis, Margo Robbie se roba el escenario con su interpretación de la novia más loca de américa y, las veces que la música no parece la playlist del director, tenemos escenas entretenidas y emocionantes, obra de un claro esfuerzo de profesionales que intentaron salvar lo poco que quedaba de una película, forzada a convertirse en un clon deforme de una franquicia exitosa.
En fin, me gustó Suicide Squad, la trama fue un bodrio y la edición y la banda sonora dejan que desear, pero la producción, las interpretaciones y las escenas de acción cumplieron, independientemente de si esta franquicia murió al dar el paso en falso en su lanzamiento. Siempre tendremos al Escuadrón verdadero en Batman: Asalto a Arkham.