Art Basel – Hong Kong (香港)
El ARCO chino, nos deja varios cadáveres dictatoriales de lo más irónico
Tal y como ya habíamos adelantado en publicaciones anteriores, el mercado chino de arte ha crecido tanto en el último año que ha conseguido colocarse en la primera posición, dejando al que parecía estar enquistado en dicho puesto, EE.UU., con la conformista medalla de plata.
Con dichos datos tan favorecedores, no es de extrañar que esta franquicia -Art Basel- se convierta en el foco de todas las miradas, ya sea por parte de galeristas, artistas, coleccionistas o entendidos en arte. Así pues se consolida la cita china como uno de los más grandes e importantes eventos, a lo que arte contemporáneo se refiere, en el panorama internacional. En esta cita hongkonesa, con 242 galerías de más de 34 países, se consigue batir los records del año pasado, superando los 70.000 visitantes. Todo un éxito frente a la clara desaceleración de la economía china, que afecta por ende a la de Hong Kong, y que no hace más que reforzar y ensalzar la premisa del arte como fuente de inversión.
Entrando ya en materia, y en el claro protagonista de esta edición, encontramos al artista chino-australiano Shen Shaomin, con una serie de cadáveres hiperrealistas de la historia del comunismo, expuestos como trofeos de caza, que emanan autoridad, poder y matices rojos. Estos fiambres cuyos nombres retumban en nuestro imaginario colectivo -Mao Zedong, Vladimir Lenin, Kim Jong-Il o Fidel Castro- descansan plácidamente en ataúdes de cristal cual Blancanieves, para el disfrute de los espectadores.
Esta edición está marcada por el sexo como línea general de las obras expuestas. Lo curioso es que dicha temática es generada por el género femenino, que lucha por liberarse de la sumisión cultual en la que se encuadran.