Misión: Eliminar al nuevo Mesías

Maiquel da Costa se estrena con su primera novela, ¡y de qué manera! Un humor negro muy gamberro con unos guiños históricos más que acertados. Pero, ¿de qué va esto?

El protagonista de la historia es Lucio, un demonio encargado de gestionar España. Debido a que nuestro país va lo suficiente mal solito no suele hacer falta intervención demoníaca, hasta que aparece  el nuevo Mesías. Es así como El gran jefazo (como es denominado Satanás en la novela) le encomienda subir del infierno para aniquilarlo antes del 25 de Diciembre. ¿Qué consigue Lucio con ello? Ascender en la jerarquía demoníaca (sí, ni en el infierno nos libramos de ello). Por lo tanto, debe abandonar los suburbios y las comodidades que ello le ofrece. Los tríos con sus amantes Súcubo y Lilith, las plácidas tardes yendo a ver cine de terror como Mary Poppins o la contemplación de las Pinturas negras de Goya, ya que bien es sabido que las terrestres son simples imitaciones.

Al parecer, en la Tierra habitan viejos demonios con cuerpo mortal, véase políticos, dueños de multinacionales y demás fauna. Uno de estos ayudará a Lucio a dar con el Mesías, teniendo como interceptores a tres chicos de un cutre grupo de heavy que le rendirán sus servicios como esbirros

eliminar-nuevo-mesias-2Así es como daremos con nuestra Mesías, Eva, bajista de un grupo de deathcore, practicante de artes marciales y tatuadora. Por si esto no fuera poco, no es una santa ni mucho menos, sino una nihilista a la cual le da exactamente igual la humanidad.

Por si no fuera complicada la misión per se, un viejo cura llamado Ezequiel intentará dar caza a Lucio, ya que reconoce el mal en él. Con una escopeta recortada escondida en su talla de la Virgen de la Almudena y la ayuda de sus feligreses, todos mayores de 70 años, saldrá a limpiar las calles de Madrid de espíritus demoniacos.

Y no podemos dejar de lado que piensa Dios de todo esto. Observa despreocupado en el cielo la que se le viene encima a su Mesías, acompañado de un mojito y su fiel servidor San Pedro, el cual siempre lleva sombreros.

A esta historia principal, debemos añadirle capítulos denominados Historias del infierno. Esto se trata de relatos cortos sobre personajes históricos y su vida en el infierno destacando el romance entre Báthory y el líder Kim Jong-il viven una historia de amor, el trabajo de Hitler y Stalin en el McDonalds o como Sadam Husein nada más llegar al infierno cae en un pozo. Son sin lugar a dudas pequeños regalos que nos hace el escritor que ciertamente se intercalan con la historia principal. En un principio te hace  perder el ritmo aunque enseguida acabas deseoso de encontrar el siguiente relato como si se tratase de un juego.

Una obra políticamente incorrecta, ágil en su lectura y con un buen regustillo intelectual gracias a las referencias culturales que añade a la novela. A esto debemos sumarle la facilidad del lector para imaginar los momentos y personajes, que sin lugar a dudas se deben a una narrativa muy visual. Esto conduce a una ágil y fácil lectura, la cual disfrutas sin sensación de pesadez ni desespero.

Aunque puede ser comparable con los filmes El día de la bestia o Little Nicky por su temática y trato humorístico, quizás encierra un sabor no tan freak pero sí con más encanto.

Nunca hay que olvidar que dentro del ser humano se encierran los peores demonios y sino os lo creéis, coged un libro de historia.

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