“Vacios del Agua” de Sergio Acosta – Sala BIBLI
Vacíos del agua sobre los celajes claros, sin colores, de las medianías del Sur. Paisajes silentes, desiertos como una habitación vacía y, sin embargo, áureos, lo mismo que una gran hoguera blanca o el nido de un gran pájaro de fuego sobre una tierra habitada por gigantes. Mira las huellas de sus zancadas sobre la piedra. Mira los huecos, los surcos, las arrugas, las charcas cual cicatrices en el blanco roto de las murallas del fondo, como cuando de niños el color de la cal y la zahorra.
Sergio Acosta ha ido muy lejos en la consecución de una metáfora del silencio. Sus fotografías adoptan, en ocasiones, dimensiones panorámicas con el propósito de poner ante nuestros ojos la monumentalidad de los embalses que en otro tiempo albergaron el agua, regaron cultivos y abastecieron territorios hoy olvidados, como si se tratara de profundas heridas en el paisaje. Es todo lo que permanece cuando no queda nada: tan solo el aire limpio y traslúcido de estas colosales formas de ausencia, algo así como el callado rumor del agua o la imagen inversa de una cañada que fluye por debajo, muy al fondo. Nos salva, entonces, la ocurrencia de pasar media hora jugando a los dados. Y lanzamos bidones de colores, cubetas vacías sobre la tierra reseca, como quien arroja botellas al mar con la esperanza de hacer llegar un mensaje a la otra orilla.
Vacíos del agua o arquitecturas solares, horadadas en el paisaje y casi subterráneas, aunque abiertas a la inclemencia del mediodía insular. Desoladas murallas, dolientes, desheredadas cual cadenas de bancales y nateros abandonados; pero al fin diáfanas y bellas, de geometrías insólitas, al igual que el esqueleto, magnífico, de un trasatlántico encallado a la intemperie.
Isidro Hernández Gutiérrez.
Conservador Jefe Colección TEA Tenerife Espacio de las Artes.
Sergio Acosta (1970) Cursó estudios de Ingeniería Civil, es Master Experto en Sistemas de Información Geográfica y Master en Ingeniería Ambiental. Después de sus estudios se traslada a Tenerife donde reside desde 1995 hasta la actualidad. Sus diversas inquietudes artística le llevan a iniciarse en el mundo del arte y la fotografía desde muy temprana edad, desarrollando esta disciplina a lo largo de los años. Asiste a numerosos cursos de especialización y a talleres con destacados fotógrafos en España.
Desde sus inicios le ha llamado la atención y ha sido consciente, del uso del arte fotográfico como herramienta introspectiva y de autoconocimiento. Esta idea siempre le ha interesado y le ha acompañado a lo largo de los años como contrapunto al desarrollo de su actividad como ingeniero.
Su proyecto fotográfico personal aborda en numerosas ocasiones su percepción de la sociedad ante la naturaleza y como se relaciona con ella, los paisajes antropizados, y como la huella humana modela el territorio. En otras ocasiones sus series toman el sentido inverso, desvelando como el medio marca y condiciona lo humano y lo social. En toda su obra las ausencias, los vacíos y la incertidumbre actúan como eje vertebrador de la eterna y delicada relación entre el hombre y su entorno.
En los últimos tiempos experimenta con una fotografía más evolucionada, más conceptual y se centra más en su trabajo de autor. Su actividad artística, fotográfica y personal se encuentra en constante evolución.
Tiene entre sus manos el Premio de Artes Plásticas Manolo Millares 2013 – Fundación Caja Canarias por “Paraísos Perdidos”. Algunas de sus muestras más recientes han sido en el TEA, “El fin del mundo como obra de arte” (serie: “Vacíos del Agua”; XIX Premio Internacional de Fotografía Rafael Ramos García – Universidad de La Laguna, (serie: “Medianeras” y “Refugio”
La exposición se podrá visitar hasta el día 3 de febrero 2017. Puedes encontrar más información en la página web de BIBLI o también seguirlos en su Facebook estar al tanto de novedades.